La astrología halla en el amor y el encuentro con el otro un aprendizaje del yo, para encontrarse con otras partes de su cielo natal.


Mariano Quintas es Licenciado en Historia del Arte (UBA). Astrólogo, es docente de Casa XI desde hace 20 años, y dirige su propia escuela de astrología en zona norte asociada a la red Casa XI. Para Quintas la astrología halla en el amor y el encuentro con el otro un aprendizaje del yo, para encontrarse con otras partes de su cielo natal.

 

(Entrevista publicada originalmente en la revista Uno Mismo)

 

“Cuando aparece alguien que porta aquella energía que a uno lo complementa se produce un ‘magnetismo’. A través de la pareja -que porta su universo, con otro modelo y otra naturaleza de cómo es el amor- uno convoca el arquetipo del cual tiene que aprender. Los vínculos que nos toca vivir nos ponen en contacto con un patrón vincular propio. Las crisis nos invitan a trascenderlo, son una oportunidad de integración. En ellas podemos identificar la identidad fija, sus cristalizaciones. Y comprender lo que el destino propone incluir y a lo que me tengo que abrir”, señala.

¿Que tipo de orientación puede brindarnos la astrología al momento de decidir apostar por una nueva relación de pareja?

Conectarnos con el reloj personal, a partir de la carta natal, que nos sitúa en la estación que nos toca transitar en nuestro viaje, y dentro de esta perspectiva, comprender qué proceso voy a compartir con mi nuevo compañero/a, que misterios y que aprendizajes trae esta relación. Es muy común plantearnos si el candidato coincide con nuestros deseos y expectativas (que muchas veces son fijas) y no preguntarnos acerca de cual experiencia tengo que atravesar para encontrarme conmigo mismo.

¿Siempre elegimos la pareja que «necesitamos» en ese momento?

Astrológicamente esto es absolutamente así. El deseo nos lleva magnéticamente a la experiencia del encuentro con aquello que necesitamos comprender de nosotros mismos. La pareja es energía de mi propia carta natal que experimento a través del vínculo amoroso. No siempre coincide con mis expectativas concientes, a veces necesito repetir otra vez el mismo destino para agotar un deseo, otras entregarme a un vínculo temido pero que si resuelvo el desafío me abre horizontes mas satisfactorios. Recuerdo el caso de una entrevistada, que estaba en fase de cierre de un ciclo de vida que trae a elaborar el tema del padre (figura con la que tiene una historia compleja). Quiere tener hijos, tiene 30 años y reedita en una relación la posición de su madre. Atravesar ese hechizo es clave para deserotizar lo que me lleva a repetir un karma. Es exactamente lo que hay que vivir en ese momento, si aún hay deseo ahí. Solo así quedaré con mi energía libre para iniciar un nuevo ciclo que pronto comienza.

¿Se pueden identificar aquellas diferencias insalvables entre una persona y otra por medio de la orientación astrológica?

Sí, de hecho el vínculo siempre me trae diferencias, que son aquella energía que me complementa. El amor es energía de apertura. De entrega y receptividad a lo que siento externo a mí. Cuando en una pareja sentimos que las diferencias son insalvables muchas veces es porque estamos muy polarizados y proyectamos arquetipos antagónicos, es decir, me tenso de miedo, controlo y no me permito abrirme al aprendizaje que mi pareja me trae. En mi experiencia, cuando la alquimia ha sucedido, ya no hay mas «carga» con el otro polo, no se me representa como diferencia insalvable, son otras las sensaciones. Si corto la relación por este motivo es muy probable que el deseo me lleve a repetir el encuentro con el mismo arquetipo, para enfrentar lo que no pude resolver anteriormente.

¿Como se aprende de los errores y las crisis de pareja desde la perspectiva de su trabajo?

Trascender los propios mitos personales es parte del viaje de apertura del corazón. Las crisis de pareja nos reflejan la cerrazón del yo. Cada uno quiere que la vida y los vínculos vayan de acuerdo a sus sueños, expectativas, modelos o creencias. Pero precisamente estas crisis nos confrontan con la contradicción que hay entre mi conciencia y el resto de mi energía que no asumo propia, la proyecto, y se me manifiesta por destino. Son una oportunidad para descubrir el guión arquetípico de cada uno y desnudar la trama. Ya sentirme en error, es habilitar el cuestionamiento de mis posiciones y viene acompañado de dolor por el desencuentro, el cual inteligentemente canalizado, es un gran disolvente del dique de la personalidad. También necesitamos el catalizador alquímico, que es la entrega y confianza en la amorosidad de la vida con sus misteriosos designios. Así la pareja es una experiencia que invita al yo a algún lugar desconocido de sí mismo.

¿De qué manera puede colaborar un astrólogo en la búsqueda de solución para superar un momento critico y aprender de lo experimentado?

Hay varias estrategias de entrevista, pero la riqueza especifica de la astrología esta dada por el lenguaje simbólico, que permite nombrar y significar tramas, luego el mapa natal que permite constelar el propio universo en el que nos movemos y ubicar la escena en el. Por último, la comprensión de los ciclos vitales de cada uno, que echan luz al propio viaje de autoconocimiento y sus etapas. El astrólogo, en una situación vincular, puede llevar al entrevistado a que registre que se identifica con un polo de su carta natal, y que la pareja le esta trayendo otro polo de su energía, al cual resiste. Conectarse con la distancia interna entre estas partes, y los lugares que la conciencia fija defiende. Si es posible, encontrar escenas en la historia donde ocupo la posición inversa. Desnudar entonces cómo la conciencia queda atrapada en su propio guión y repite un patrón de circulación de destino. La clave entonces, consiste en comprender la trama vincular, identificar el movimiento alquímico y la resistencia del yo, y así proponer los caminos, entrenamientos, o derivaciones pertinentes para transitar ese aprendizaje.